SINOPSIS
El viejo balneario de Fontecilla, un pequeño pueblo, ha caído en el olvido, tanto que ya ni tan siquiera para el tren en el lugar. Con el deseo de hacer algo por el pueblo, seis influyentes amigos deciden crear un milagro como el de Fátima, inventándose las apariciones de un santo que llene el lugar de visitantes y rehaga su maltrecha economía. Con este propósito, el propietario del balneario, junto con otros amigos, convence a don José para que se disfrace de San Dimas y se aparezca en la estación de ferrocarril al pobre Mauro. Al hacerlo, la noticia se extiende por todas partes y la aparición de San Dimas congrega en la estación, cerca del túnel, a la muchedumbre. Mientras, los amigos hacen el negocio a cuenta de los que llegan al pueblo. Todo marcha bien hasta que don José se niega a continuar haciendo de santo. Otra de las magistrales sátiras que, sobre diversos aspectos de la vida nacional, dirigió Luis García Berlanga a lo largo de la década de 1950. En este caso es uno de los primeros trabajos del director, una comedia ácida con la que, como en otros casos, tuvo que hacer frente a la censura de la dictadura franquista. Por las connotaciones religiosas del filme, el guión fue supervisado por un sacerdote, sufrió numerosas variaciones en los diálogos y se suprimieron y añadieron escenas que desvirtuaron la esencia del proyecto. A destacar las interpretaciones del californiano Richard Basehart, popular en esos años por "La Strada" (1954, Federico Fellini); del genial José Isbert, brillante en los momentos cómicos de la película, y José Luis López Vázquez, en el papel de un incrédulo religioso. Junto a ellos, Paolo Stoppa, Juan Calvo, Manuel Alexandre y Mariano Ozores.