SINOPSIS
Waldo Lydeckter es un periodista y confuso intelectual egocéntrico y ególatra, cuya voz desde los micrófonos de la radio es temida por más de uno. Un día es acusado del asesinato de la encantadora Laura Hunt, que aparece muerta de un disparo que le ha desfigurado el rostro en la puerta de su apartamento en la ciudad de Nueva York. Este hombre la ha amado tanto que no se resigna a perderla cuando ella quiere ir con otro hombre ya que la consideraba su protegida. Pero hay otro sospechoso, Shelby Carpenter, el prometido de la fallecida con quien ella se iba a marchar, un tipo taimado, cobarde y traicionero. Hay también otros sospechosos: Anne Treadwell (Judith Anderson), tía de Laura, amoral y neurótica y Bessie (Dorothy Adams), la fiel doméstica de Laura. Mientras tanto, el detective Mark McPherson (Dana Andrews), al que le ha sido asignado el caso, va reconstruyendo este rompecabezas y poco a poco va conociendo la personalidad de la mujer muerta, hasta que queda prendado de su hermosura y se enamora de ella. Mark ha estado revisando las cartas de la difunta, mirando su guardarropa, tocando sus ropas: decididamente está comenzando a obsesionarse. Luego se queda dormido. Cuando despierta, como si fuese una aparición fantasmal, ve a Laura parada junto a su retrato, como si el cuadro hubiera cobrado vida. El cadáver resulta ser de una modelo y Laura ha estado todo el fin de semana en una casa de campo. El amor de McPherson por Laura aumenta al hablar con ella, pese a que ahora también ella se ha convertido en sospechosa del crimen.Obra maestra que consagró a Otto Preminger como director. Se trata de una de las grandes películas de cine negro de la década de los 40, cuyo rodaje fue iniciado por Rouben Mamoulian, quien fue despedido a los pocos días, pero a la que Preminger otorgó un refinamiento de la puesta en escena y una creciente tensión en la construcción de la trama de suspense. A destacar también los ingeniosos y muy brillantes diálogos.