Ursus

SINOPSIS

Ursus (Ed Fury) vuelve a su pueblo, para casarse con la bella Attea (Moira Orfei), pero le espera una sorpresa. Hace dos años, Attea fue raptada y su padre, asesinado por agresores desconocidos. Una esclava ciega llamada Doreide (María Luisa Merlo) le pone en guardia contra su ex-amigo Setas (Luis Prendes), sospechoso de una evidente, pero no probada, complicidad en el episodio de Attea. Ursus se embarca con Doreide en una nave, rumbo a una lejana isla misteriosa. Después de días y días de fatiga sobrehumana, por fin alcanzan la isla. Ursus, por una traición de Setas, es condenado a muerte por los sacerdotes de Zaas, pero la propia reina le salva. Los sacerdotes, con su gran maestro Mok (Rafael Luis Calvo), esperan la ocasión propicia para vengarse. Entretanto, Ursus descubre las inauditas crueldades llevadas a cabo por la reina. Lleno de desprecio y furor, va a la cita con la reina y descubre que la tan buscada y deseada Attea, no es otra que la propia Soberana. Ursus se queda turbado, pero llega Setas, que antes de lanzar la flecha que ha de matar al joven héroe, revela y puntualiza las culpas de Attea. Fuera de sí por la rabia, Attea misma apuñala ferozmente a Setas. Ursus y Doreide son condenados a morir. Entra el sagrado ejecutor de la diosa Zaas: un toro monstruoso, feroz. Ursus, encadenado, asiste impotente al tormento de la joven Doreide, y con un esfuerzo desesperado, consigue romper las cadenas. Bajo la tensión desesperada de la angustia, Doreide recupera la vista. Ursus consigue matar al toro y a su vez descubre que siempre había amado a su dulce y valiente compañera de viaje.Un péplum, de gran éxito en su momento, que inició una serie en torno al mítico héroe mitológico Ursus, que siempre se movió tras la estela cinematográfica de otros héroes de la antigüedad que dieron el salto al cine, como Sansón o Maciste. Ursus se enfrenta aquí a su antigua amante, Attea, convertida en la despótica regente de una pequeña isla. Ed Fury incorporó al hercúleo protagonista mientras que Moira Orfei volvió a repetir su ya habitual papel de pérfida seductora. María Luisa Merlo y Soledad Miranda pusieron la frescura y juventud imprescindibles en un espectáculo de este tipo.